Jugar con el tiempo y el espacio sólo es posible en los cuentos que creamos. Pero yo no quiero un cuento, yo quiero una historia. Contigo.
Conocerte ha sido un privilegio en la vida mía. Nunca había querido, amado y deseado tanto a alguien como lo hago contigo. Y es que eres tan..tan tú. Alegre y callado, apasionado y cerrado, sincero y misterioso, ágil y cauteloso, agua y tierra, aire y fuego. Tú y más tú.
Que mil terremotos se apropien de mi corazón y que las llamas del incendio más ardiente viva en mi piel sólo es producido cada vez que sé de ti. Y es eso, es ese el problema. Yo sé de ti, pero tú no de mi.
"Te iba a tener", "te tenía", "te tuve" sólo son conjugaciones que pronuncian mis labios, pero cuando lo hace mis latidos es morir cada dos segundos al conocer esa realidad.
Ya no te tengo.
"Te iba a tener", "te tenía", "te tuve" sólo son conjugaciones que pronuncian mis labios, pero cuando lo hace mis latidos es morir cada dos segundos al conocer esa realidad.
Ya no te tengo.
Y..¿cómo te perdí?
No lo sé. Pero ya no estás, y tengo que acostumbrarme a tu ausencia. Otra manera de morir.Y es irónico porque aún me queda algo tuyo en mí..tu vacío. Es nada y a la vez es todo.
También es lindo saber que pude enamorarte a esta edad, con estas imperfecciones, con cada disparate que en algún momento te conté. Y te enamoraste de mí. Sí, lo hiciste. Lo hicimos. Ambos nos enamoramos. Y creamos nuestra historia.
Caminas por la calle preocupado porque sabes que no pudiste terminar el ensayo que tienes que presentar a la junta sobre la propuesta que hiciste para que te dieran un ascenso. Mientras respiras y colocas un pie adelante, primero uno y después el otro, fijas la mirada en alguien, en una mujer. Ella te mira. Ambos se ven. Se acercan cada vez más y cuando están de frente, ella intenta mover sus labios y pronunciar algo, pero el estrés que ella también lleva toma fuerza y la obliga a seguir caminando. Pasa por tu lado y prosigue su curso. En cambio, tú te quedas ahí, de pie, intentando recordar a esa mujer en tu pasado, pero te das por vencido y la tildas como un extraño.
Esa mujer soy yo. Soy un extraño para ti ahora.
Si esa situación pasara cuando tuviera 23, estando los dos caminando, sin "conocernos", cruzando miradas, intercambiando una que otra sonrisa y encontrarnos por casualidad..¿tú te enamorarías de mí, nuevamente?.
Caminas por la calle preocupado porque sabes que no pudiste terminar el ensayo que tienes que presentar a la junta sobre la propuesta que hiciste para que te dieran un ascenso. Mientras respiras y colocas un pie adelante, primero uno y después el otro, fijas la mirada en alguien, en una mujer. Ella te mira. Ambos se ven. Se acercan cada vez más y cuando están de frente, ella intenta mover sus labios y pronunciar algo, pero el estrés que ella también lleva toma fuerza y la obliga a seguir caminando. Pasa por tu lado y prosigue su curso. En cambio, tú te quedas ahí, de pie, intentando recordar a esa mujer en tu pasado, pero te das por vencido y la tildas como un extraño.
Esa mujer soy yo. Soy un extraño para ti ahora.
Si esa situación pasara cuando tuviera 23, estando los dos caminando, sin "conocernos", cruzando miradas, intercambiando una que otra sonrisa y encontrarnos por casualidad..¿tú te enamorarías de mí, nuevamente?.