viernes, 15 de marzo de 2013

Nuevamente

A veces me pregunto: ¿por qué no te conocí cuando tuviera 23?.
Jugar con el tiempo y el espacio sólo es posible en los cuentos que creamos. Pero yo no quiero un cuento, yo quiero una historia. Contigo.
Conocerte ha sido un privilegio en la vida mía. Nunca había querido, amado y deseado tanto a alguien como lo hago contigo. Y es que eres tan..tan tú. Alegre y callado, apasionado y cerrado, sincero y misterioso, ágil y cauteloso, agua y tierra, aire y fuego. Tú y más tú.
Que mil terremotos se apropien de mi corazón y que las llamas del incendio más ardiente viva en mi piel sólo es producido cada vez que sé de ti. Y es eso, es ese el problema. Yo sé de ti, pero tú no de mi.
"Te iba a tener", "te tenía", "te tuve" sólo son conjugaciones que pronuncian mis labios, pero cuando lo hace mis latidos es morir cada dos segundos al conocer esa realidad.
Ya no te tengo.
Y..¿cómo te perdí?
No lo sé. Pero ya no estás, y tengo que acostumbrarme a tu ausencia. Otra manera de morir.Y es irónico porque aún me queda algo tuyo en mí..tu vacío. Es nada y a la vez es todo.
También es lindo saber que pude enamorarte a esta edad, con estas imperfecciones, con cada disparate que en algún momento te conté. Y te enamoraste de mí. Sí, lo hiciste. Lo hicimos. Ambos nos enamoramos. Y creamos nuestra historia.

Caminas por la calle preocupado porque sabes que no pudiste terminar el ensayo que tienes que presentar a la junta sobre la propuesta que hiciste para que te dieran un ascenso. Mientras respiras y colocas un pie adelante, primero uno y después el otro, fijas la mirada en alguien, en una mujer. Ella te mira. Ambos se ven. Se acercan cada vez más y cuando están de frente, ella intenta mover sus labios y pronunciar algo, pero el estrés que ella también lleva toma fuerza y la obliga a seguir caminando. Pasa por tu lado y prosigue su curso. En cambio, tú te quedas ahí, de pie, intentando recordar a esa mujer en tu pasado, pero te das por vencido y la tildas como un extraño.
Esa mujer soy yo. Soy un extraño para ti ahora.

Si esa situación pasara cuando tuviera 23, estando los dos caminando, sin "conocernos", cruzando miradas, intercambiando una que otra sonrisa y encontrarnos por casualidad..¿tú te enamorarías de mí, nuevamente?.


Rosa


No sabía que significaba ser perfecto.
Desconocía su concepto.
Quería conocerlo, quería saber que se sentía ser así.
Pero tuve que rendirme.
Yo no podía ser perfecto.
Ese lugar ya lo ocupaba ella.
Era delicada, era hermosa.
Paciente, atenta, agradecida con lo que le daba la vida.
¡Que sencillez!
Tan delicada como esa flor.
Así la conquisté.
Filosofando sobre ser perfecto, arranqué una flor de un jardín.
Era muy chiquita, pero hermosa.
La lleve a mi casa, la cuidé y la amé.
Creció mi hermosa rosa.
Después de mucho tiempo, volví a filosofar.
Pero esta vez, en compañía de ella, para no sentirme solo.
Cuando alzo la mirada, creyendo haber encontrado la respuesta, allí estaba.
¡Que mujer!
Fue allí donde comprendí que no podía ser perfecto, porque ella ya lo era.
Su sonrisa, sus ojos, su esencia.
Me le acerqué
"No he dejado de contemplar su belleza señorita"
"He intentado encontrar la perfección"
"Y la acabo de hallar en usted, mi querida dama"
En eso ella responde:
"Que gentil es, mi buen caballero"
"Y es interesante el tema que me comenta"
"Pero de algo estoy segura"
"La perfección es un complemento"
"Y no me considero perfecta, pues me hace falta algo"
Intrigado le pregunto
"¿Qué le hace falta a una bella dama como usted?
Comenta ella:
"Esa flor".


jueves, 14 de marzo de 2013

Búscame

Amor mío, ¿por qué sollozas?
El mundo en el cual habitas te ha cegado
No creas que no existe, porque aún vive
Ese amor profundo que sembraste en mí, sigue respirando
Anhela verte, anhela besarte.
No te culpes, no te tortures. Busca paz.
Es difícil encontrar esos muros, lo sé.
Pero mira bien en tu interior y piensa en lo que te daba valor.
Antes de llegar a ti.
Ya no estoy, pero lo seguiré estando.
No aquí, y no ahora.
Pero búscame, que me encontrarás.
Tu vida reposa, debajo de aquel árbol viejo, junto a la mía.
Y cuando llegues a ese lugar, date vuelta
Te abrazaré eternamente.